Desde el momento que ocurrió lo de Wanda Tadei, ya se podía prever que habría otro caso absurdo.
Si en el caso Tadei quedó libre un abusador, el único mensaje es que la violencia de género no e s tomada en serio y dejo la impresión, real, de que se puede salir impune.
Este otro caso es de similares características, en lo referente al alcohol, al cigarrillo y al hecho de ninguno de los dos hombres hizo nada por salvarle la vida a las mujeres.
Este último caso no es más que una consecuencia del otro. Con el resultado de aquel, este otro se daba por sentado.
Y mientras no haya justicia, con el de Tadei, y ahora este otro, cabe esperar que muchos encuentran en el hecho aberrante del maltrato a la mujer un escape fácil.
Qué linda lección.
Ahora no va a faltar la reacción.
No va a pasar mucho tiempo en que el asunto se revierta. Ahora las mujeres sabemos que estamos indefensas, que estamos solas, que estamos sin protección, de manera que no sería extraño y puedo vaticinarlo, que comenzarán a aparecer cadáveres de abusadores.
Ya las mujeres estamos alertas: no hay justicio en la violencia de género, si no nos protegemos nosotras mismas, la justicia no lo hará por nosotras.
Es sencillo el tema, puedo vaticinar con total seguridad que no pasará mucho tiempo en que aparecerá un cadáver de hombre. Arriesgo incluso que será por envenenamiento, las mujeres no somos sangrientas.
O tal vez, quién sabe, el asunto de inmolar al conyugue con fuego da resultados, nadie va preso.
Después no digan que no hubo advertencias.
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